Hace unas horas me encontraba revisando una lectura sobre toma de decisiones. En alguna parte, el autor mencionaba que muchas veces las consecuencias no previstas de una decisión se manifiestan al cabo del tiempo, generando un problema aún más difícil debido a que cuando finalmente afloran, la persona no es consciente de que este nuevo problema es consecuencia de decisiones que tomó tiempo atrás. Aquella decisión del pasado habría sembrado la semilla de problemas actuales. Al desconocer esta situación, resultará más difícil resolver el nuevo problema, ya que no verá ninguna relación entre las decisiones pasadas y los problemas actuales, y seguirá pensando que aquella decisión fue correcta. De alguna manera, la persona se cierra.
Después de haber leído, recordé aquel término invocado a menudo por muchos de nosotros: karma. Creo que todos alguna vez hemos responsabilizado al karma de lo que nos pasa. Pero karma entendido como aquella energía que sin saber ni cómo, ni cuándo, ni por qué, nos regresa todo lo que hagamos. Como si fuera mágico. Se supone que todo lo que hagas se te regresará, ya sea bueno o malo. Considero poco razonable creer que si me pasa algo bueno es porque actué bien y viceversa. Además conozco ejemplos -con nombre y apellido- que en esta lógica podría denominar prófugos del karma, o podría considerar que éste último es algo burocrático, porque aaah ¡cómo se tarda!
Sin embargo, en lo que sí creo es que cada decisión tendrá consecuencias. Buenas o malas, a corto, largo o mediano plazo. ¿Difíciles de preveer? No forzosamente. Sustituyamos pues nuestra concepción, intentemos que cuando algo suceda, en lugar de atribuírselo al karma, busquemos la causa en nuestras decisiones y acciones pasadas. De esta forma seremos capaces de corregir aquello que nos regresa cosas negativas, y de hacer más seguido aquello que nos proporciona cosas positivas. ¡Voto porque le quitemos crédito y protagonismo al karma!
En fin, dicen que "una imagen vale más que mil palabras"... De vez en cuando acuérdense del dominó cuando estén a punto de hacer o decir algo, para después evitar un -¡ouch!- que créanme, no llegará por arte de magia...
Sin lugar a dudas completamente cierto. Sobre todo por la tardanza del "karma" en algunos casos especificos ¬¬.
ResponderEliminarDicen que no hay más ciego que el que no quiere ver, asi que aunado a mi voto por quitarle el protaginosmo al karma, propongo la frase de campaña: ¡Predicción no es lo mismo que previsión!