El profesor de Ciencia y Tecnología en las Relaciones Internacionales nos proporcionó un libro que a su parecer es "padrísimo". Conociéndolo, lo primero que pensé fue: hasta no ver, no creer. Y después de haber leído unas cuantas páginas, podría afirmar que esta vez coincido con el profesor.
¿Qué pasaría si pudiéramos grabarlo todo? ¿Se imaginan poder grabar absolutamente todo lo que hacemos en nuestra vida para después recordar con detalle cada momento? Cada cosa que vemos, persona que encontramos, conversación que tenemos, documentos que leemos o viajes que hacemos, los latidos de nuestro corazón, la temperatura corporal... ¿Y si además pudiéramos organizar todo eso en una base de datos para que todo el material pueda ser buscado y asociado de mil maneras?
Este es el escenario que plantea Gordon Bell en el libro "Total Recall". Gordon Bell es investigador de Microsoft Research y ha grabado cada minuto de su día a día desde hace 11 años. Ha escaneado sus libros favoritos, su álbum de fotos, documentos de trabajo, sus recuerdos y hasta sus radiografías; ha grabado en vídeo y audio las conversaciones que mantiene, cara a cara y por teléfono; ha registrado las páginas web que visita, los correos electrónicos que recibe, las canciones que escucha. Sus once años de vida caben en 230 GB, es decir, en un simple disco duro de 170 gramos. El investigador cree que la vida digitalizada de una persona ocuparía apenas un terabyte.
La motivación del proyecto es la innovación tecnológica, de cómo mejorar la manera de archivar y buscar datos. Bell plantea la posibilidad de utilizarlo, por ejemplo, en la medicina. En este sentido, tendríamos almacenado digitalmente algo así como el historial médico de cada día. El autor asegura que una e-memory lo revolucionaría todo: el trabajo, la salud, la escuela.
Para lograr la grabación de 11 años, se auxilió de los dispotitivos más avanzados. Desde camaritas en el cuello, hasta micrófonos. Los resultados de su experimento fueron plasmados en el libro que les mencioné. Además de plantear ese posible escenario futuro, en el que todo mundo tenga una e-memory de manera natural, el autor reflexiona al respecto. Algunas cuestiones interesantes que plantea son: ¿queremos realmente registrar todo lo que acontece a nuestro alrededor? ¿qué sucede con la privacidad de las personas con las que convivimos? ¿Deberíamos pedir permiso para grabar un vídeo, por ejemplo, en una fiesta?
Es un libro bastante interesante, que incita a la reflexión sobre el impacto de la tecnología en la vida del ser humano. Terminaré de leerlo para dar respuesta a las preguntas que plantea. Una cosa así podría tener muchísimas ventajas, pero de la misma forma estoy segura que encontraríamos varios contras. Aunque considerando que soy de las que guarda cositas especiales, o que tienen algún significado -envolturas, boletos de cine, tickets-, y fan de releer los historiales de conversación del msn, ya me vi en un futuro con mi minicamarita en los botones, mis sensores y mis aretes con micrófono integrado. Si me encuentran en unos años, cuidado con lo que hablen o digan, porque seguramente estará siendo grabado para la posteridad ;)
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