viernes, noviembre 12

Soy Elizabeth y soy procrastinadora...


Si son de los que les da flojera hacer algo y lo posponen y lo posponen y lo posponen, me temo que va más allá de una simple “flojera”. Se trata de un trastorno del comportamiento  llamado  procrastinación. Éste consiste en postergar aquellas tareas que debemos hacer y reemplazarlas por otras irrelevantes pero que nos gustan más. El trastorno afecta a todos, sólo que en mayor o menor medida. Supongo que ya se habrán sentido identificados.
¿Pruebas? Hace cuánto nos dejaron aquel trabajo final en alguna materia y dijimos “falta mucho”. Les apuesto que muchos como yo apenas se disponen a hacerlo,  a unos días de la fecha de entrega, cuando tuvimos más de dos meses para hacerlo. Pensamos que tenemos mucho tiempo, o que hacerlo no nos llevará tantísimo. Y los postergamos... hasta que se acerca la fecha y entonces nos ponemos a trabajar ya inmersos en el estrés  porque sentimos que no nos dará tiempo. Otro ejemplo clásico, tenemos todo el fin de semana para hacer tarea y se nos ocurre empezarla el domingo en la noche, y eso porque ya no hay de otra. Y eso de “es que trabajo mejor bajo presión”, es puuuuro pretexto, procrastinamos y ya.
En fin, nuestra mente tiene talento para inventar argumentos que terminan convenciéndonos de nos hacer lo que debemos hacer y a nosotros no nos cuesta nada de trabajo ceder xD
Las causas que llevan a una persona a padecer procrastinación son muy diversas: depresión, perfeccionismo, baja tolerancia a la frustración, entre otras. Es un fenómeno realmente complejo, aunque no lo crean.
¿Tiene solución? Yo considero que procrastinar es inevitable. Sin embargo, cuando ya está a un nivel alarmante, hay que tomar cartas en el asunto. Para combatir el trastorno existen algunos tips y medidas que pueden ayudar bastante. Pero eso lo dejaré para la próxima entrada [ya empecé a procrastinar =P].

No hay comentarios:

Publicar un comentario